Este alimento forma parte del desayuno habitual de muchos mexicanos, el cual suele acompañarse de bolillo y atole.
Se acerca el Día de la Candelaria y aquellos que encontraron el niño en la Rosca de Reyes comienzan a planear la compra de los tradicionales tamales. Más allá de ser un platillo emblemático para el 2 de febrero, el tamal es un elemento esencial en el desayuno de muchos mexicanos por su practicidad y costo accesible. Sin embargo, surge la pregunta ¿es recomendable el consumo de tamales desde el punto de vista nutricional? Aquí analizaremos las propiedades nutricionales de los tamales y la frecuencia con la que se recomienda su consumo.
¿Qué tan saludable es comer tamales?
Los ingredientes básicos de los tamales, como el maíz y de relleno deliciosa carne con salsa o verduras al vapor, son nutritivos y aportan aminoácidos esenciales como la niacina, tiamina, leucina, y vitaminas del complejo B. Además, proporcionan energía gracias a los carbohidratos del maíz y la proteína de la carne, beneficiosa para la salud muscular. Sin embargo, los tamales también contienen ingredientes menos saludables, como la manteca de cerdo, que es alta en calorías (entre 350 y 500 por tamal) y grasas saturadas, perjudiciales para la salud cardiovascular. Por ello, ¿son los tamales una opción saludable en la dieta? La respuesta depende de la frecuencia de consumo y el estilo de vida del individuo. Comer tamales ocasionalmente puede ser inocuo, pero un consumo regular, especialmente en combinación con un estilo de vida sedentario, puede contribuir al aumento de peso. Interesantemente, en su forma original preparada por los antiguos mexicas, el tamal era más saludable, ya que no incluía manteca y se rellenaba con proteínas magras y vegetales.
¿Cuántos tamales me puedo comer al día?
Los especialistas sugieren un límite de tres tamales por semana, reemplazando una comida completa.
¿Cómo consumir tamales de manera más saludable?
Aunque su consumo regular no es recomendable, si decides disfrutar de ellos ocasionalmente, sigue estos consejos para una opción más saludable:
Evita acompañarlos de bebidas procesadas como jugos o refrescos.
No los combines con bolillo para reducir el consumo de carbohidratos.
Evita consumirlos fritos, ya que aumenta las calorías y reduce los nutrientes.
Opta por tamales con relleno de vegetales o carne magra como pollo.
Aunque el atole o champurrado son tradicionales, su alto contenido calórico no lo hace recomendable para un consumo rutinario.
Fuente: Revista del Consumidor PROFECO Fotos: Internet
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