¿Has pensado alguna vez qué es la inteligencia emocional y cómo influye en tu día a día? Tal vez damos demasiada importancia a nuestro intelecto y el uso de la lógica, y no tanta a las emociones.
¿Has pensado alguna vez qué es la inteligencia emocional y cómo influye en tu día a día? Tal vez damos demasiada importancia a nuestro intelecto y el uso de la lógica, y no tanta a las emociones. Si embargo, las emociones son vitales en nuestro desarrollo. Más allá de la creación de toda una estructura de pensamiento, la inteligencia emocional puede formar verdaderas pautas de comportamiento capaces de definir la forma de actuar de una persona.
¿Qué es la inteligencia emocional?
Si nos movemos en el sentido estricto de la definición de la inteligencia emocional, debemos citar a Mayer, que fue el primero en investigar sobre ella. Mayer define la inteligencia emocional como una habilidad humana que permite percibir, comprender y regular las emociones propias y de aquellos que nos rodean. Este hecho provoca un crecimiento intelectual y emocional que sirve para transformar nuestro propio comportamiento y pensamiento.
“El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden cambiar sus vidas al cambiar sus actitudes mentales.” -William James-
La importancia de las emociones
Pensando en el poder que tiene las emociones como generadoras de cambio, dado que inciden directamente en el comportamiento y pensamiento, es obvio que cumplen un papel vital en la formación de la personalidad. Llegados a este punto, es interesante observar ciertos indicadores importantes que señalan la necesidad de contar con una inteligencia emocional sana, sincera y bien desarrollada. No hay que olvidar que reprimir las emociones es una señal muy negativa para nuestra salud mental. En este caso, estaremos transformando nuestro propio intelecto en un sentido artificial, a base de imposiciones y no de necesidades naturales.
Ser observador
Aquellas personas que son observadoras y se fascinan por cuanto le sucede a los demás, especialmente a los seres queridos y cercanos, muestran una inteligencia emocional sana.
Si eres una persona observadora, encontrarás cada día que pueda mejorar o motivar una mejora en el mundo de los demás. De esta forma también podrás localizar motivaciones para ti mismo. El lenguaje corporal, los tics o el propio comportamiento humano pueden ser fuente de riqueza para ti.
“La verdadera compasión no significa solo sentir el dolor de otra persona, sino estar motivado a eliminarlo.” -Daniel Goleman-
Predicar con el ejemplo
¿Si das consejos a los demás, por qué te los aplicas a ti? Una parte muy importante de la inteligencia emocional es saber dar ejemplo. En este caso, no solo hay que aportar soluciones que ayuden a otras personas, sino saber adaptarlas a tu propio comportamiento. Si crees que es bueno para otros, probablemente también lo sea para ti.
Ser consciente de uno mismo
Una clave importante de la inteligencia emocional es que te permite ser consciente de ti mismo. Nadie es perfecto. Como tal, tenemos debilidades y fortalezas con las que hemos de convivir. Sin embargo, no hay razón por la que no podamos luchar día a día contra nuestras flaquezas y reforzar aquellas aptitudes en las que somos más competentes.
El pasado queda atrás, vives el presente
Una persona que ha desarrollado una inteligencia emocional sana y eficiente sabe que el pasado quedó atrás. No se ha de vivir en aquello que sucedió, pues no volverá. Debemos aprender de cuanto acaeció, aplicarlo al presente para mejorar como personas y mirar la futuro sin miedo y con esperanza.
Ser un buen oyente
Otro rasgo de las personas con una alta inteligencia emocional es que saben escuchar. Son oyentes activos, que aprenden de todos los demás cuanto les parece útil y provechoso. Esos conocimientos los aplicarán a sí mismos para ser más ricos y plenos.
Te sientes cómodo entre las personas
Un aspecto muy positivo e importante de los seres humanos con una buena inteligencia emocional es que se sienten cómodos con otras personas. Tanto si son extraños como amigos, son seguros de sí mismos y de sus emociones, por lo que no tienen problema en afrontar encuentros con personas de otra raza, cultura u orientación sexual.
Uso de la ética
También las personas con una buena inteligencia emocional saben de la importancia de la ética en todos sus actos. Ya sea en el campo laboral o en las relaciones familiares, rigen su comportamiento por estándares que les permiten diferenciar el bien del mal.
Es evidente que la inteligencia emocional, dada su importancia en las emociones humanas, es una habilidad que nos permite conocernos mejor y ser más ricos y plenos a todos los niveles.
Fuente: Psic. Sergio De Dios González Imágenes: Internet
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